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Integridad proviene del latín in-tangere que significa intocable. En este sentido, hace referencia a la virtud, la incorruptibilidad y el estado de mantenerse intacto.

El concepto de integridad comprende una serie de valores como la honestidad, responsabilidad, equidad, respeto y la empatía. Si tanto las personas como las organizaciones adoptan y promueven estos valores es posible generar un ambiente de confianza y de prevención de la corrupción.

Así, es posible definir la Integridad como el conjunto de valores que apuntan al correcto comportamiento tanto de las personas como de las organizaciones con el objetivo de formar una cultura ética, disminuir los riesgos de corrupción y asegurar la confianza pública.

SAINT o Autoevaluación de la Integridad (por sus siglas en inglés Self Assesment of INTtegrity) es una herramienta que permite a las instituciones del sector público identificar, analizar, evaluar y responder a eventos que podrían afectar el cumplimiento de los objetivos de la institución con especial énfasis en el resguardo de la integridad, probidad y la ética pública.

El taller fue creado por el Tribunal de Cuentas de los Países Bajos y adaptada por la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS) del cual la Contraloría General de la República forma parte.

En el contexto de la Agenda Anticorrupción, durante el año 2015 el taller fue aplicado por primera vez en el sector público chileno en el Consejo para la Transparencia, ChileCompra y el Servicio Civil.

SAINT es un taller de dos días donde los propios miembros de la organización identifican aquellos procesos más vulnerables en términos de quebrantamiento a la integridad, los sistemas de control existentes y crean recomendaciones que permitan responder a las posibles brechas.

La actividad es moderada por dos monitores de la Contraloría General y está estructurado en 5 fases:

1. Definición de los procesos claves de la organización
2. Evaluación de las vulnerabilidades a la integridad
3. Evaluación de la madurez de los sistemas de control interno
4. Análisis de brechas
5. Generación de recomendaciones

Al finalizar el taller los moderadores presentan a la alta dirección de la entidad evaluada un informe con las recomendaciones propuestas por los funcionarios para fortalecer los sistemas de control interno y disminuir los riesgos de transgresiones a la integridad.

  • La autoevaluación es realizada por los propios funcionarios quienes experimentan los riesgos y se enfrentan a dilemas éticos.
  • Los funcionarios contribuyen con sus distintos puntos de vista y experiencias en la creación de recomendaciones para fortalecer la integridad.
  • La alta dirección tendrá un mejor entendimiento de los riesgos existentes en materia de integridad.
  • Las acciones correctivas son más efectivas ya que fueron recomendadas por los propios funcionarios.
  • Es una práctica reconocida internacionalmente por su efectividad

Para mayor información y tomar contacto para aplicar el taller en su entidad del sector público puede llenar el siguiente formulario.

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